Aunque parezca mentira, nos hemos dado cuenta de que con nuestras manos, dibujando, recortando y pegando, somos capaces de descubrir importantes leyes y enunciados matemáticos, en este caso en relación con la geometría y los triángulos.
Después de dibujar un triángulo en un papel, romper los 3 ángulos con nuestras manos y pegarlos de forma consecutiva sobre una línea recta (sumando) llegamos a la conclusión de que siempre que sumamos los 3 ángulos de un triángulo obtenemos un nuevo ángulo de 180º.
A este ritmo, en pocos años ya podemos retar a cualquier matemático que se nos ponga delante...