Día de la paz

Cada 30 de enero solemos celebrar en los colegios el Día Escolar de la Paz y la No Violencia. Allá por el 30 de enero de 1948 murió Ghandi, una persona que hizo mucho por la paz y que en todo el mundo es reconocido por el testimonio de su vida pacífica y no violenta.

Este año en el cole estuvimos investigando sobre el significado de diferentes símbolos que usamos en torno al tema de la paz. Cada clase trabajó un símbolo. A nosotros nos tocó trabajar sobre las manos blancas.

Pudimos conocer la importancia que tuvo este símbolo desde hace algunos años en favor de la paz y contra el terrorismo.

La lengua castellana encima del tablero

Hoy nos toca trabajar la lengua castellana de una forma divertida. Estamos aprendido a usar los sinónimos y antónimos, para enriquecer nuestro vocabulario y manejar en cada momento las palabras precisas.

Y para ello hemos estado jugando sobre un tablero parecido al de la oca. Cada uno con su ficha su y su dado ha tenido que discurrir para ir encontrando sinónimos y antónimos al ritmo que nos ha marcado la fortuna del dado. Algunos eran sencillos, pero otros eran más complicados. Ahí teníamos la ayuda de nuestra tablet para investigar y resolver las dificultades.

Se nos pasó la clase en un momento, aprendiendo muchas palabras de forma divertida.

Trabajando desde casa

Nos volvió a tocar trabajar desde casa, confinados en cuarentena por el virus que ha querido hacerse presente entre nosotros. Y hemos tenido que volver a trabajar a ritmo de Classroom, siguiendo las pautas que nos marcaban los profesores desde el cole.

No es lo mismo, nos falta el contacto entre nosotros y con los profesores. Pero al menos no perdemos el ritmo de trabajo.

A ver si pronto vencemos por fin al virus...

Nuestro robot puesto a prueba

Nuestro primer proyecto de robótica, comenzado el trimestre pasado, está estos días llegando al punto final.

Conseguimos poner el coche a punto, ajustando bien los pequeños errores de montaje. Después probamos la aplicación en la tablet, para hacer las cadenas de programación y comprobar que el coche respondía a nuestras indicaciones programadas.

Y una vez con todo eso controlado se trababa de ir respondiendo a los retos que el profesor nos iba presentando (que el coche respondiera a los objetivos propuestos, que la velocidad se ajustara a nuestras intenciones, ajustar la programación para recorrer una distancia determinada...).

La prueba de fuego era una carrera de los coches, por equipos, para ver cuál de los equipos tenía el mejor prototipo y ganaba la carrera final. Interesante... divertido... genial...