Desde hace unos días han aparecido en nuestra clase unos seres extraños, procedentes de alguna lejana galaxia (no lo tenemos muy claro). Son unas criaturas silenciosas. Y parece ser que se han acercado a nuestra clase con una intención muy clara: hacernos a nosotros crecer un poquito en el arte del silencio.
A lo largo de las sesiones de clase los profes nos dicen que hay momentos para todo, y que en algunos momentos es necesario el silencio y la concentración, que cada uno se meta en su mundo particular para pensar, buscar soluciones, repasar lo aprendido, ser creativos... Y esos momentos especiales de silencio nos cuestan mucho.
Por eso estas criaturas, que no tienen boca, nos acompañan en nuestro trabajo, encima de las mesas, para recordarnos que el silencio es importante en algunos momentos. A ellas les molesta el ruido. Y si no somos capaces de eliminar el ruido se van de nuestro lado y desaparecen.
Han empezado a salir de su caja, donde viven habitualmente, para venirse a nuestras mesas de trabajo. Pero les cuesta, todavía hay demasiados ruidos en la clase. Algún día quizás lo conseguiremos, y estarán todo el tiempo a nuestro lado...