lunes, 12 de noviembre de 2018

Nuestro vehículo espacial está en marcha

Ya está lanzado el reto: ¿Cómo puedes hacer para que el vehículo espacial no choque con las rocas que puede encontrarse en su paseo lunar? A partir de ahí, a pensar un poco.

Fuimos dando las primeras soluciones que nos vinieron a la cabeza, algunas de ellas acertadas y en buena línea. Empezamos a hablar de sensores..., de detectores..., de cámaras de vídeo para controlar lo que se podía encontrar..., de refuerzos y protecciones para evitar choques...

Y una vez que tenemos en la cabeza el reto, manos a la obra. A crear, a construir. En principio parecía la tarea fácil y divertida, la que llevábamos algún tiempo esperando. Pero una vez puestos a la faena... la cosa no es tan sencilla.

Los más rápidos y lanzados ya saben lo que es volver atrás a empezar de nuevo y desandar el camino andado. Hace falta precisión y exactitud, aquí no vale el más o menos. Hay que tener una buena orientación espacial, hay que pasar a las 3 dimensiones lo que se ve en un papel representado. Las piezas se deben encajar con firmeza y precisión, no se nos puede desmoronar el rover en cualquier momento.

Una buena lección para el primer día: las cosas no son tan sencillas como nos parecen a primera vista. Y cualquier tarea, hasta la más lúdica y atractiva, exige determinadas estrategias: atención, exactitud, precisión, constancia en la adversidad, trabajo en equipo...

Esto no ha hecho nada más que comenzar... Os seguiremos contando en próximos capítulos...

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