Nos toca estos días aprender a dividir. Y para empezar debemos tener claro lo que son las agrupaciones de objetos iguales, que en el fondo eso es lo que hacemos al poner en marcha esa operación matemática.
Por ello nos pusimos manos a la obra. Como siempre decimos, las matemáticas entran mejor en la cabeza si antes usamos las manos, si manipulamos objetos.
Y por eso nos pusimos a agrupar palillos y construir figuras geométricas.
Vamos recuperando las rutinas habituales en nuestro trabajo de aula. Esta actividad de leer en público, preparando la lectura durante la semana, no la habíamos recuperado en este curso, con este comienzo tan extraño.
Las cosas ya van volviendo a la normalidad. Creo que todos ya hemos perdido los miedos iniciales, y a pesar de las medidas higiénicas y de seguridad que seguimos manteniendo, vamos adaptando nuestras rutinas escolares a esta nueva situación, lo que nos hace sentir bien, recuperando las cosas que nos gustaban de nuestro trabajo en el cole, y que teníamos un poco aparcadas.
Estamos trabajando con un libro de Tatum, "El monstruo y la bibliotecaria". Y cada viernes montaremos nuestro atril para poner en práctica nuestras estrategias de lectura y oratoria.
Ya empezamos a construir nuestro particular robot. Se trata de un rover, un vehículo de exploración espacial no tripulado. Quizás no llegue hasta la luna, pero ya lo vamos preparando para que pueda superar los retos que el profe nos ha propuesto.
Tendrá que estar preparado para movimientos lentos, detectar obstáculos en su camino y reaccionar ante ellos.
Estamos todavía en la fase de construcción, comprobando materiales, ajustando las piezas a los planos y ensamblando pieza a pieza.
Seguimos avanzando en nuestro proyecto "A la luna... y más allá". La primera tarea del proyecto nos ha permitido viajar de lo lindo, hasta las fronteras más lejanas de ese espacio en el que flotamos. Hemos conocido muchas cosas de los cuerpos celestes que nos rodean, primero aquí cerca, en nuestro Sistema Solar, y después más allá, en medio de esa incertidumbre de galaxias a años luz de nuestra casa.
Una de las actividades curiosas que hemos realizado ha sido descubrir cómo todos esos conocimientos científicos que fuimos adquiriendo no estaban para nada alejados de la realidad del mundo real en nuestro siglo XXI. Todo lo contrario, con poco que investigamos descubrimos que las noticias sobre el espacio, los astros, el sol, los planetas,... estaban muy presentes en las noticias de prensa de estos días.
Está claro que no somos el centro del universo (como a veces nos creemos). El universo es grande y maravilloso, y más maravilloso es reconocer que somos una pequeña parte de él.
Aquí os dejamos este mural digital, elaborado con una aplicación que hemos descubierto estos días, Padlet. Nos ha permitido compartir con todos una parte de esa experiencia vivida. Si hacéis "clic" en la foto, y tenéis un poco de paciencia, podéis verlo completo.
